para todos aquellos que no sabemos bien por qué nos sentimos solos y menos por qué desde siempre.

jueves, 13 de noviembre de 2008

blues (o ícaro camina desnudo en el aeropuerto)

tú me estás buscando, pero miras en la dirección equivocada

yo perdí el vuelo y habito en aeropuertos tristes

tengo mis dedos aferrados a un ticket vencido

y la rodaja de limón se arruga en el fondo del vaso

tú estás hablando de tus sueños, y yo beso el cristal

hay aviones girando alrededor de una torre

mientras la maleta sigue junto a mis pies

y los hielos se desvanecen, lentos y finales

esa canción de la que tanto hablamos

suena en mis oídos como el eco sordo

de una boca llena de peces

como el nombre de las aerolíneas

que me desembarcan

día tras día

vuelo tras vuelo

martes, 11 de noviembre de 2008

postal

Existe un parque, una pequeña plaza en la que descansa un perro y un anciano que busca algo que no recuerda, pero que a ratos se parece a la nostalgia. Perro, dice el anciano, y éste mueve sus orejas. Es un día extraño, Perro, hoy casi he recordado el incidente ese. He visto la puerta abrirse y percibí el olor de las flores secas. Vi el mantel de plástico y el jarrón roto donde estaban las flores. Luego me senté en esa silla de madera y apoyé las palmas en mis muslos. Vi los dibujos del mantel y la servilleta doblada cuidadosamente en tres partes. No podría encontrar las palabras que expresasen con total claridad qué es lo que en definitiva vi o sentí. No podría hacerlo, Perro, pero te digo que estuve a un tris de recordar. El perro vuelve a bajar sus orejas y apoya el hocico en una de sus patas delanteras. El viejo sonríe, mientras escarba en sus bolsillos hasta encontrar un cigarrillo a medias. Al otro lado de la plaza alguien canta una canción de amor. Más allá se ven las chimeneas de la fábrica de ladrillos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

fantasma

Tiene las manos vacías. La mente vacía. No mira hacia ningún lado. Más bien mira, pero no ve. No ve ni la pileta por la que brota un agua cristalina ni las aves que beben de ella. Tiene el sueño detenido en un punto incierto, adherido a una pesada ancla que se hunde en un suelo pantanoso. Sus manos se unen en un pequeño nido que atesora una inmensa palabra. Suspira. Se pone de pie y camina. Las aves lo ignoran. También las nubes.

martes, 4 de noviembre de 2008

algo ocurrió

esto no es un poema ni un artefacto literario, es sólo que mi blog sufrió un percance
y ahora ha vuelto a la vida, es eso, sólo eso.