hombre solo en viaje, capítulo 1

Esto es así. Un hombre solo conversa diariamente con quien debiéramos llamar: alter ego. El hombre dice estar incómodo con su soledad. Alter ego le reprocha no intentar remediar esa situación, y por el contrario, esperar que todo sea resuelto por el azar. Azar por su parte dice que está realmente sobrepasado por esta clase de individuos, léase: tipos que, como hombre solo, delegan en él la tarea de revertir su situación. Por supuesto que ni el hombre solo ni Alter ego están al tanto de lo que Azar piensa, así que podríamos claramente afirmar que este dato es una mera ilustración de nubes, un desprendible que se arrojará en el primer papelero que nuestra mente dibuje. Hombre solo, en una de estas tantas conversaciones que sostiene con Alter ego, ha insinuado la posibilidad cierta de postrarse en una cama en espera de lo que Azar decida hacer con su vida, incluso, y para darle mayor credibilidad a su deseo, ha dicho que pronto escogerá la fecha exacta en que esta espera comience a descontar minutos. Alter ego se ha visto nervioso, incapaz de dar, como en otras oportunidades, tal vez demasiadas para su gusto, considerando que nunca ha sido tomado realmente en cuenta, más que como un simple compañero de charlas, una respuesta convincente. Es así como hombre solo se prepara ya para su momento final. Ha comprado una cama grande y algunos libros, más bien muchos libros, novelas, poesía, ensayos y un enorme atlas en el que irá marcando en lápiz rojo los lugares que nunca visitará, ya sea por su inevitable viaje hacia la inercia, o bien porque realmente piensa que esos lugares no son dignos de su contemplación. Alter ego ha permanecido en silencio estos últimos días, respetuoso de la decisión de hombre solo, pero a la vez afectado por la conveniencia de la misma, alter ego entiende que este viaje a la inercia los llevará inevitablemente hacia un callejón sin salida y que sus conversaciones no serán más que un ping pong de palabras vacías.

fábula

Yo lo único que deseo es un pedazo de cielo, no es muy difícil de entender. Y si es eso lo que quieres para qué insistes en romperte las uñas escarbando la tierra. Es mi destino, viejo, no se puede ir en contra de la naturaleza. No te entiendo. Ya tendré mi luz, primero debo topar fondo. El conejo siguió de largo y el topo retomó su faena.

fotografia

tango

Miras con asombro las calles habitadas

Los rostros que hasta ayer tus ojos conmovieron

La vida que has dejado muriendo en cada esquina

Te aferras a esas sombras y no quieres partir

Hoy la boca que has besado es la brisa que atraviesa

La inefable arquitectura de tus huesos, sin pasión

Si ayer fuiste risa pura hoy te tragas la amargura

De saberte postergado a vagar sin ton ni son

Llora, llora

Es mejor ser el difunto

Que el vivo perdedor

Vuela, vuela

Como un ave ciega, muda

Un fantasma sin vapor

bolero

Que yo fuese un microbio estelar

Un ácaro perezoso que se deja orbitar en ti

En tu inabarcable universo de soles

Que yo flameara como la tonta bandera de Saramago

Sostenido por el huracán de tu respiración

Que fuese el astro más insignificante de tu planetario

Materia inanimada que tus naves evitan

No te da derecho a ignorarme

¿O sí?