para todos aquellos que no sabemos bien por qué nos sentimos solos y menos por qué desde siempre.
sábado, 24 de diciembre de 2005
lo que fue
Te acuerdas, Felipe, te acuerdas cuando dejabas tu cabeza entre la cortina y la ventana de tu pieza, con tu pequeño cuerpo estirado sobre la cama, arrebatando la luz de la madrugada y convirtiendo ese ínfimo espacio en todo tu universo, deseando que no hubiera sino esa única realidad, borrando de un soplo la casa entera, mientras la luz revelaba la danza de millares de planetas de polvo iridiscente que de alguna forma, que no intentabas explicarte, parecían estar de tu lado, silbando una melodía, una canción de cuna que te hacía flotar y orbitar tú también junto a ellos. Te acuerdas, Felipe que dejabas tu mente casi vacía y te preguntabas si era realmente necesario correr la cortina y decir buenos días y decir leche y pelota y mamá. Recuerdas que hubieses cambiado todo por seguir habitando ese cosmos, porque intuías que del otro lado algo finalmente se trizaría y no habría nada que pudiera sanar ese dolor. Te acuerdas que mientras la danza de planetas burlaba el tiempo, tú comprendías que siempre estarías solo, que nada de lo que ocurriese en adelante alteraría la soledad que significaba saberse con un corazón derrotado. Pero qué íbamos a hacer, Felipín, había que correr esa cortina y echar a andar.
me recordo una cansion presiosa del flaco spinetta. no deja de tentarme en las mañanas la miel que deja el sol por mi ventana el sol no sabe donde voy , el sol no dice yo te amo. na po que voy a decir hermanito
Entonces Felipe miraba a una ventana vacía. Ahora se asoma a esta otra llena de vacíos que vienen a leer sus palabras vacías y a dejarle sus sentencias. Vacías, por supuesto.
que le vamos a hacer. esa ventana, ese sol que compartimos sin abrir la boca es - sin duda - el mismo sol que alumbra a nustros hijos...cual ventana? que otro sol buscarán ellos?
6 Comments:
que no se cierra, que siempre está ahí meciéndose, que son sus ojos no más los que ha abierto sin cerrar esa ventana,
besos
diciembre 24, 2005 9:27 a. m.
Pero si a Felipe lo he visto yo paseando cogido de la mano...
Saludinos
diciembre 24, 2005 11:33 p. m.
me recordo una cansion presiosa del flaco spinetta.
no deja de tentarme en las mañanas
la miel que deja el sol por mi ventana
el sol no sabe donde voy , el sol no dice yo te amo.
na po que voy a decir hermanito
diciembre 25, 2005 7:35 a. m.
pero aún quedan habitándonos los cinco, los seis años...para otros la liberación estaba tras esas cortinas y el dolor dentro.
diciembre 25, 2005 3:02 p. m.
Entonces Felipe miraba a una ventana vacía. Ahora se asoma a esta otra llena de vacíos que vienen a leer sus palabras vacías y a dejarle sus sentencias. Vacías, por supuesto.
Navidad plena, Felipe.
Bai
blogs.ya.com/bahiaencalma
diciembre 27, 2005 11:44 p. m.
que le vamos a hacer. esa ventana, ese sol que compartimos sin abrir la boca es - sin duda - el mismo sol que alumbra a nustros hijos...cual ventana? que otro sol buscarán ellos?
un beso bro
marzo 06, 2006 4:01 a. m.
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