para todos aquellos que no sabemos bien por qué nos sentimos solos y menos por qué desde siempre.

martes, 20 de diciembre de 2005

ellos rompen el mundo



Hacía mucho rato que quería darte este regalo, Boris, regalo fácil pues no son sino tus propias palabras, pero qué podía sino un terrón como yo al lado de toda tu espesura.

Ellos rompen el mundo En pequeños trocitos Ellos rompen el mundo A golpe de martillito Pero a mí me da lo mismo Me da lo mismo Bastante queda para mí Me queda bastante Me basta con amar Una plumita azul Un camino de arena Y un pájaro perezoso Me basta con amar Una delgada brizna de hierba Una gota de rocío Y un grillo del monte Ellos pueden romper el mundo En pequeños trocitos Bastante queda para mí Me queda bastante Tendré siempre un poco de aire Un hilillo de vida En el ojo algo de luz Y el viento en las ortigas E incluso, e incluso Si me meten en la carcel Bastante queda para mí Me queda bastante Me basta con amar Esta piedra pulida Estos ganchos de hierro Donde queda un poco de sangre La quiero y la quiero A la tabla de mi cama dura Al jergón y a la armadura Y el polvo en el sol Me gusta el ventanillo abierto Y los hombres que entran Que avanzan, que me llevan De nuevo a la vida del mundo Y a encontrar el color Me gustan esos largos montantes Ese cuchillo triangular Esos señores negramente vestidos Es mi día y estoy orgulloso Lo quiero y me gusta Esa panera llena de ruido Donde poso mi cabeza Oh, sí, la quiero convencido Me basta con amar