para todos aquellos que no sabemos bien por qué nos sentimos solos y menos por qué desde siempre.

lunes, 20 de agosto de 2007

manchas blancas

Entre sueños escuchó el murmullo de la voz de su madre y giró su cuerpo hacia la pared, esperando en silencio que ella la despertara con sus habituales besos y voces infantiles. Se dejó llevar en brazos hasta el baño y esperó pacientemente que su madre terminara de lavarle. Quiero que me pintes las uñas, mamá. ¿Las uñas? ¿Por qué? Para que no se me vean estas manchas blancas. Son normales, no tienes por qué ocultarlas. La abuela me dijo que son pedazos de alma que se van perdiendo. ¿La abuela te dijo eso? Sí. ¿Y tú qué piensas? La abuela ha vivido muchos años, ella sabe cosas que yo no. Mhn. ¿Mamá? ¿Qué? ¿Si pierdo toda mi alma igual algo me queda, cierto? No la vas a perder, cariño. ¿Alguien sin alma es como el viejo del saco? Supongo que algo así. Pero si no tiene alma ¿qué lleva en el saco? ¿Qué crees tú que pueda llevar? Almas, lleva almas para echarlas en un caldo y rehacerse una nueva. Pero si eso fuera cierto, tal vez el viejo del saco se transformaría en un abuelo cariñoso. Es que las almas robadas se vuelven feas, mamá. ¿Ah, sí? ¿Mamá, si el viejo se lleva mi alma, me seguirás queriendo? Si el viejo se lleva tu alma, se lleva la mía también, tendríamos que vivir en el saco. Mamá, te amo. Y yo a ti.

2 Comments:

Blogger Cpunto said...

a veces siento que ando con mi propio saco,

qué fea no?
lindos, lindos nuestros pequeños,

agosto 22, 2007 12:08 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

muy bueno.


saludos

junio 26, 2008 3:48 p. m.

 

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