para todos aquellos que no sabemos bien por qué nos sentimos solos y menos por qué desde siempre.

martes, 5 de octubre de 2004

El Cielo

- ¿Nombre?
- Sí.
- ¿Cuál?
- ¿Cuál de los dos?
- Los dos.
- Es que sólo recuerdo uno.
- Bueno, diga el que recuerda y acabemos con esto.
- Juan...o Iván...No.
- Aquí le diremos Juan.
- Ya.
- Dígame, Juan ¿De qué murió?
- Me tragué una pastilla “Cristal” de McKay. Fue horrible.
- Me imagino. ¿No había nadie para socorrerle?
- No.
- Bastaba que lo hubieran volteado y golpeado en la espalda, en fin.
- Sí, pues, y aquí me tiene.
- Lo que no me explico es qué hace usted recién aquí, si esas pastillas fueron dejadas de producir hace muchos años, precisamente para prevenir desagracias como la suya.
- Hace muchos años que morí. Verá, estuve dando vueltas por ahí, usted sabe, tenía alitas negras.
- Pero usted no tiene el aspecto de un hombre que hizo travesuras.
- Y no las hice. Alguien perdió mi expediente y los muy burócratas me dieron con todo, ¡Uf! Las que pasé antes de llegar aquí.
- ¿No me diga que estuvo con las patitas calientes?
- ¡Ja! Eso fue lo de menos, uno tarde o temprano se acostumbra al calor, lo terrible es que allá no paran con las fiestas.
- ¿Cómo, no les pegan?
- Esos son puros mitos que el mismo diablo echa a correr para aumentar su prestigio de cabrón. No, allá todo es fiesta, no te permiten parar y menos si es que andas con el diablo. Es un tipo inmenso, rojo y gritón. Bebe whisky todo el tiempo y siempre la tiene dura.
- Disculpe, pero debo recordarle que modere su vocabulario.
- Si, claro, bueno, resulta que el diablo se rió mucho cuando le conté lo de mi accidente y se le antojó que yo fuera su chaperón “Bebe” me decía todo el tiempo, “A ver si se te escurre la pastilla, Jajajaja” Y a reír todos los giles o si no doble ración de whisky. ¿Sabe usted lo que es tener que beber whisky todo el tiempo? Salí hace dos semanas y todavía estoy mareado.
- ¿Quiere un chicle de menta?
- Gracias.
- ¿Cómo logró salir del infierno?
- Encontraron por fin mi expediente, una suerte única. El diablo es malo, pero ante todo es burócrata y para él los papeles son un valor.
- ¿Está seguro que quiere quedarse aquí?
- Bueno, todos aspiran al cielo ¿No?
- ¿No ha intentado en resurrecciones?
- Si, sólo tenían una vacante para un matrimonio humilde de Mosul, Irak.
- Comprendo. Bueno, es su decisión. Si cruza la puerta no habrá regreso.
- Voy a entrar, gracias. Que tenga un lindo día.Usted también, gracias. Espero que le guste la leche.